Por lo cual la Congregación envió allá doce mil hombres de los más valientes, y les mandó, diciendo: Andad y herid a los habitantes de Jabés-galaad a filo de espada, con las mujeres y los niños.
Decían pues: ¿Quién hay de entre todas las tribus de Israel que no haya subido a Jehová en Mizpa? Y he aquí que no había venido al campamento, a la Asamblea, hombre alguno de parte de Jabés-galaad.
¡Maldecid a Meroz, dice el Ángel de Jehová, maldecid amargamente a los habitantes de ella; porque no acudieron en ayuda de Jehová, en ayuda de Jehová contra los poderosos!