Entonces dijo Esaú a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? ¡Bendíceme a mí, a mí también, oh padre mío! Y levantó Esaú la voz y lloró.
ENTONCES toda la Congregación de los hijos de Israel se reunió en Silo, y establecieron allí el Tabernáculo de Reunión; puesto que la tierra estaba ya sujeta delante de ellos.
¶Entonces se levantaron y subieron a Bet-el, para consultar a Dios. Y dijeron los hijos de Israel: ¿Quién de nosotros subirá el primero para pelear contra los hijos de Benjamín? Y respondió Jehová: Judá subirá el primero.
Porque habían subido los hijos de Israel, y llorado delante de Jehová hasta la tarde; y consultaron a Jehová, diciendo: ¿Debo volver a acercarme en batalla contra los hijos de Benjamín mi hermano? Y respondió Jehová: Subid contra él.
¶Entonces subieron todos los hijos de Israel, es decir toda la gente de guerra, y vinieron a Bet-el, y lloraron, y se sentaron allí delante de Jehová; y ayunaron en aquel día hasta la tarde; y ofrecieron holocaustos, y ofrendas pacíficas delante de Jehová.
Y hallaron de los habitantes de Jabés-galaad cuatrocientas jóvenes, vírgenes que no tenían conocimiento carnal de varón; y las trajeron al campamento en Silo, que está en la tierra de Canaán.