¿Acaso no fué por esto mismo que pecó Salomón rey de Israel? Y entre muchas naciones no hubo rey como él, y era amado de su Dios, y Dios le hizo rey sobre todo Israel: sin embargo, aun a éste le hicieron pecar las mujeres extranjeras.
Samsón empero permaneció acostado hasta la media noche; luego se levantó a media noche, y agarrando las hojas de la puerta de la ciudad y sus dos postes, los arrancó juntamente con la barra, y echándoselos a cuestas, los subió a la cumbre de un monte que está al frente de Hebrón.
Subieron pues a donde estaba ella los príncipes de los Filisteos, y le dijeron: Engáñale, para que veas en que consiste su gran fuerza, y de qué manera podremos prevalecer contra él, a fin de amarrarle, para poderle sujetar; y nosotros te daremos cada uno mil y cien siclos de plata.