Y les dijeron los hombres de Judá: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? A lo que respondieron: Para atar a Samsón hemos subido, a fin de hacer con él según él ha hecho con nosotros.
Él iba llegando a Lehí, cuando los Filisteos alzaron el grito, corriendo a su encuentro. Y arrebatóle el Espíritu de Jehová, de modo que las sogas que estaban sobre sus brazos vinieron a ser como el lino que ha sido quemado del fuego; así se deshicieron las ligaduras de sobre sus manos.
Entonces abrió Dios una cuenca que hay en Lehí, y salieron de allí aguas: y cuando hubo bebido, le volvió su espíritu, y Samsón revivió. Por tanto fué llamada aquella fuente, Fuente del Clamante; la cual permanece en Lehí hasta este día.