Dijo por tanto a sus siervos: Ved, el campo de Joab está junto al mío, y tiene allí cebadas. Andad y pegadle fuego. En efecto, los siervos de Absalom pegaron fuego al campo.
Y le dirás: ¡Ten cuidado, y estáte quieto! ¡no temas, y no se desfallezca tu corazón, a causa de estos dos cabos de tizones humeantes; a causa de la ira furiosa de Rezín y Siria, y del hijo de Remalías!
luego, pegando fuego a las teas, soltó los chacales por entre las mieses de los Filisteos; y así consumió las hacinas y las mieses por segar, juntamente con las viñas y los olivares.