Jefté empero contestó a los ancianos de Galaad: ¿No me habéis odiado vosotros, y me expulsasteis de la casa de mi padre? ¿por qué pues venís a mí cuando os veis en apuro?
Venid y vendámosle a estos Ismaelitas; mas no pongamos nosotros mano sobre él: porque es nuestro hermano, nuestra misma carne. Y convinieron con él sus hermanos;
Asimismo vendrán a ti, postrándose, los hijos de los que te afligieron; y a las plantas de tus pies se encorvarán todos los que te trataron con desprecio; y te llamarán la ciudad de Jehová; la Sión del Santo de Israel.
He aquí, yo haré a los de la sinagoga de Satanás, a los que dicen que ellos son judíos, y no lo son, sino que mienten: he aquí, los haré que vengan y se postren ante tus pies, y sepan que yo te he amado.