Y NAAMÁN, jefe del ejército del rey de Siria, era un grande hombre para con su señor, y en alta estimación; pues que por su medio Jehová había salvado la Siria; y este hombre era guerrero esforzado; mas era leproso.
¶¿Y qué más diré? porque me faltará el tiempo para hablar de Gedeón, de Barac, de Samsón, y de Jefté, de David también, y de Samuel, y de los profetas;
Y decía el pueblo, es decir, los príncipes de Galaad, unos a otros: ¿Quién es el hombre que comenzará a pelear contra los hijos de Ammón? el mismo será caudillo de todos los moradores de Galaad.
La mujer de Galaad también le había dado hijos; pero cuando crecieron los hijos de su mujer, expulsaron a Jefté, diciéndole: Tú no tendrás herencia en casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer.