¶Clamaron pues los hijos de Israel a Jehová, diciendo: ¡Hemos pecado contra ti, porque hemos dejado a nuestro Dios, y también porque hemos servido a los Baales!
los cuales dicen al leño: ¡Mi padre eres! y a la piedra: ¡Tú me has dado a luz! porque me han vuelto las espaldas y no la cara: mas en el tiempo de su calamidad, dirán: ¡Levántate y sálvanos!
pero entonces los hijos de Ammón pasaron el Jordán para pelear también contra Judá, y contra Benjamín, y contra la casa de Efraim: e Israel se vió en muy grande estrecho.
Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, y Jehová levantó un salvador para los hijos de Israel que los salvó, a saber, Otniel hijo de Cenez, hermano menor de Caleb.
Y clamaron los hijos de Israel a Jehová; porque tenía Jabín novecientos carros de hierro, y había oprimido a los hijos de Israel con violencia durante veinte años.
Entonces clamaron a Jehová, diciendo: ¡Hemos pecado, porque hemos dejado a Jehová, y hemos servido a los Baales y a las Astartes! Ahora pues, líbranos de nuestros enemigos y te serviremos a ti.
Congregáronse pues en Mizpa; y sacaron agua, y la derramaron delante de Jehová; y ayunaron aquel día, y allí decían: ¡Hemos pecado contra Jehová! Y Samuel comenzó a juzgar a los hijos de Israel en Mizpa.