Y le respondió: Dame una bendición; ya que me has dado tierra de sequedal, dame también manantiales de aguas. Y Caleb le dió los manantiales de arriba y los manantiales de abajo.
Lo tuve por necesario, pues, rogar a los hermanos se adelantasen en ir a vosotros, y preparasen de antemano vuestra dádiva ya prometida; para que esté lista, como dádiva, y no como cosa arrancada a la avaricia.
Porque un terreno que ha embebido la lluvia que muchas veces viene sobre él, y produce hierbas útiles para aquéllos a causa de quienes es labrado, recibe bendición de Dios:
Y respondió: Dame una bendición; ya que me has dado tierra de sequedal, dame también manantiales de agua. Y él le dió los manantiales de arriba, y los manantiales de abajo.
no volviendo mal por mal, ni ultraje por ultraje, sino al contrario, bendiciendo a vuestros enemigos; porque para esto mismo fuisteis llamados, para que heredaseis bendición.
Y aconteció que como ya se iba con él, ella le incitó a que pidiese a su padre un campo; y ella misma se apeó de su asno. Y le dijo Caleb: ¿Qué tienes?
¶Entonces los hijos del Cineo, suegro de Moisés, subieron juntamente con los hijos de Judá, desde la Ciudad de las Palmas al desierto de Judá, que está al sur de Arad; y así fueron y habitaron con el pueblo de Israel.
¶Apresuróse pues Abigail, y tomó doscientos panes, y dos cueros de vino, y cinco ovejas aderezadas, y cinco seahs de grano tostado, y cien racimos de uvas pasas, y doscientos panes de higos; y poniéndolos sobre asnos,