Respondió él y dijo: Aquel hombre llamado Jesús hizo lodo, y lo untó sobre mis ojos, y me dijo: Anda al estanque de Siloé, y lávate; y fuí, y me lavé, y recibí la vista.
te aconsejo que compres de mí oro acrisolado en el fuego, para que seas rico; y ropas blancas, para que te vistas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y colirio también, a fin de ungirte los ojos, para que veas.