Y le dijo: ¡Creo, Señor! Y le adoró.
Besad al Hijo, no sea que se enoje, y perezcáis en el camino; porque pronto se encenderá su ira. Bienaventurados son todos los que confian en él.
y así se prendará el Rey de tu hermosura: porque él es tu Señor; por tanto inclínate ante él.
Y los que estaban en la barca, llegándose, le adoraron, diciendo: Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.
Y cuando le vieron, 1e adoraron: mas algunos tuvieron duda.
Y he aquí que Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Dios os guarde! Y ellas, llegándose, le tuvieron de los pies, y le adoraron.
Y he aquí que viniendo un leproso, prosternóse ante él, diciendo: ¡Señor, si quieres, puedes limpiarme!
Y ellos, habiéndole adorado, volviéronse a Jerusalem con gran gozo:
Respondió Tomás, y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
Y dijo Jesús: Para juicio vine a este mundo, a fin de que los que no ven, vean, y los que ven, queden ciegos.