Entonces le vilipendiaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; mas nosotros somos discípulos de Moisés.
¡Escuchadme, los que conocéis la justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley! no temáis el vituperio de los hombres, ni os acobardéis con motivo de sus ultrajes:
¶Y los que pasaban le decían injurias, meneando sus cabezas,
Bienaventurados sois vosotros cuando os vituperaren, y os persiguieren, y dijeren de vosotros toda suerte de mal, por mi causa, mintiendo.
¿No os dió Moisés la ley? ¡y ninguno de vosotros guarda la ley! ¿Por qué procuráis matarme?
Ellos respondieron y le dijeron: ¡Tú naciste enteramente en pecados! ¿y tú nos enseñas a nosotros? y le echaron fuera.
¶¡He aquí que tú eres llamado judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios,
y estamos rendidos de cansancio, trabajando con nuestras propias manos: siendo vilipendiados, bendecimos; siendo perseguidos, lo sufrimos;
ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los rapaces, heredarán el reino de Dios.
quien, cuando fué ultrajado, no volvió a ultrajar; cuando padeció, no usó de amenazas, sino que remitió su causa a aquel que juzga justamente;