El por tanto respondió: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.
Mas él les respondió: Aquel que me sanó, él mismo me dijo: Alza tu lecho, y anda.
¶Llamaron,pues, segunda vez, al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es pecador.
Entonces le dijeron otra vez: ¿Qué te hizo? ¿cómo te abrió los ojos?
Respondió el hombre y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que no sabéis de dónde sea; y él me ha abierto los ojos.
El que cree en el Hijo de Dios tiene en sí mismo el testimonio; el que no cree a Dios, le ha hecho un mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que ha dado Dios respecto de su Hijo.