¶Traen a los fariseos al que antes había sido ciego.
Y los jefes de los sacerdotes y los fariseos habían dado orden, que si alguno supiese en dónde estaba, lo manifestase, para que le prendiesen.
Por tanto los fariseos dijeron entre sí: ¡Ya veis que no aprovecháis nada! ¡he aquí que el mundo se va tras él!
Sin embargo aun de los hombres principales muchos creyeron en él; mas a causa de los fariseos no lo confesaban; para que no fuesen echados de la sinagoga:
Ellos por tanto le dijeron: ¿Dónde está él? Díceles: No sé.
Y era el sábado cuando Jesús hizo el lodo, y le abrió los ojos.