Palpamos la pared como ciegos; sí, palpamos como los que no tienen ojos; tropezamos al mediodía, como en el crepúsculo, estamos en obscuridades como los ya muertos.
Muchas cosas tengo que decir y que juzgar respecto de vosotros; mas el que me envió es veraz, y las cosas que yo he oído por parte de él, éstas hablo en el mundo.
Jesús, entonces, les dijo: Cuando hayáis levantado en alto al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que no hago nada de mí mismo, mas digo estas cosas, según me enseñó el Padre.