¶Siempre que alguna persona quitare a otro la vida, por el testimonio de testigos el homicida será muerto; pero un solo testigo no podrá deponer contra ninguno de modo que le haga morir.
atestiguando juntamente con ellos Dios, por medio de señales y maravillas, y diversos géneros de milagros, y dones del Espíritu Santo, conforme a su propia voluntad.