Yo soy el pan vivo que descendió del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá eternamente: y el pan que yo daré es mi carne, que doy por la vida del mundo.
¶Y tomando un pan, después de haber dado gracias, lo partió, y se lo dió a ellos, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado. Haced esto en memoria de mí.
En verdad, en verdad os digo, que quien oye mi palabra, y cree a aquel que me envió, tiene vida eterna, y no entra en condenación, sino que ha pasado ya de muerte a vida.
es a saber, que Dios estaba en Cristo, reconciliando consigo mismo al mundo, no imputando a los hombres sus transgresiones; y a nosotros nos ha encomendado la palabra de la reconciliación.
el cual se dió a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un pueblo de su propia posesión, celoso de buenas obras.