Y decían: ¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: Yo he descendido del cielo?
¿No es éste el carpintero, hijo de María, y hermano de Santiago, y José, y Judas, y Simón? ¿y no están sus hermanas aquí con nosotros? Y se escandalizaban en él.
Y todos le daban testimonio; y se maravillaban de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
Felipe halla a Natanael, y le dice: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, y los Profetas, a Jesús de Nazaret, hijo de José.
Y nadie ha subido al cielo, sino aquel que del cielo descendió; es a saber, el Hijo del hombre que está en el cielo.
Porque descendí del cielo no para hacer mi propia voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió.
Jesús respondió, y les dijo: No murmuréis entre vosotros.
¿Pues qué, si viereis al Hijo del hombre subir a donde antes estaba?
de quienes son los padres, y procedente de quienes, según la carne, vino el Cristo; ¡el cual es sobre todos, Dios bendito para siempre!
El primer hombre fué de la tierra, del polvo; el segundo hombre es del cielo.
Mas cuando vino la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, hecho de mujer, hecho bajo ley,