Pues aun cuando se mostrare favor al inicuo, no aprenderá justicia; en la tierra de justicia seguirá haciendo injusticias, y no mirará la majestad de Jehová.
Todavía hablaba él, cuando, he aquí, una nube de luz que les cubrió; y he aquí una voz salía de la nube que decía: ¡Éste es mi amado Hijo, en quien tengo mi complacencia! ¡oídle a él!
y descendió sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como paloma; y hubo una voz, procedente del cielo , que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti hallo mi complacencia.
Jesús le dice: Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, ¿y todavía no me conoces, Felipe? el que me ha visto a mí ha visto al Padre; ¿cómo pues dices tú: Muéstranos al Padre?
Si yo no hubiera hecho entre ellos obras cuales nadie las ha hecho jamás, no hubieran tenido pecado; ahora empero las han visto, y han odiado tanto a mí como a mi Padre.
Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que dura para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste le selló el Padre, Dios.
el cual solo tiene inmortalidad, habitando en una luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto jamás, ni le puede ver: a quien sea honra y poder eterno. Amén.
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.