Dícele Jesús: Ése soy yo, que hablo contigo.
Entonces mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que era él el Cristo.
¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿o es malo tu ojo, porque yo soy bueno?
Y he aquí que hay postreros que serán primeros, y hay primeros que serán postreros.
Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando sucediere, creáis que yo soy.
Por tanto os dije que moriréis en vuestros pecados: porque a menos que creyereis que yo soy, moriréis en vuestros pecados.
Jesús, entonces, les dijo: Cuando hayáis levantado en alto al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que no hago nada de mí mismo, mas digo estas cosas, según me enseñó el Padre.