ASÍ dice Jehová: El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies; ¿qué manera de Casa edificaréis para mí? ¿y cuál será el lugar de mi descanso?
Hijo del hombre; estos hombres han erigido sus ídolos en sus corazones, y han puesto el tropiezo de su iniquidad delante de su rostro; ¿y acaso he de ser yo consultado en manera alguna por ellos?
Hijo del hombre, habla a los ancianos de Israel; y les dirás: Así dice Jehová el Señor: ¿Habéis venido para consultarme a mí? ¡Vivo yo! dice Jehová el Señor, ¡que no seré consultado por vosotros!
Porque desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, mi Nombre ha de ser grande entre las naciones; y en todo lugar se ofrecerá a mi Nombre incienso y ofrenda limpia: porque grande será mi Nombre entre las naciones, dice Jehová de los Ejércitos.
Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalem será hollada por los gentiles hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos.
He aquí que viene la hora, y ya ha llegado, en que seréis dispersados, e iréis cada cual a lo suyo propio, y me dejaréis solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Tiempo empero viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espítitu y en verdad; porque también el Padre a los tales busca como adoradores suyos.
Y si invocáis como Padre a Aquel que, sin acepción de personas, juzga según la obra de cada cual, portaos durante el tiempo de vuestra peregrinación con temor: