y el sacerdote le mirará, y si viere que hay hinchazón blanca en la piel, la cual ha mudado en blanco el color del pelo, y que hay un encrudecimiento de carne viva en la hinchazón;
los cuales, conociendo la ley de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.