¶Y hubo también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales, si se escribieran una por una, supongo que ni aun en el mundo podrían caber los libros que se habrían de escribir.
He aquí que estas cosas son los bordes, no más, de sus caminos; pero ¡cuán leve es el susurro que hemos oído de él! y el trueno de su poder ¿quién lo puede comprender?
¡Muchas maravillas has hecho tú, oh Jehová, Dios mío! y a tus pensamientos hacia nosotros, no es posible ponerlos en orden ante ti: yo querría anunciarlos, y hablar de ellos; pero pasan toda numeración.
Entonces Amasías, sacerdote de Bet-el, envió a Jeroboam rey de Israel, diciendo: ¡Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; no puede la tierra soportar sus palabras!
los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es predicado el evangelio;
relativo a Jesús de Nazaret; cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo bienes por todas partes, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él.
En todo os dí ejemplo de cómo, trabajando así, debáis soportar a los débiles, y acordaros de las palabras del Señor Jesús, que él mismo dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
¶¿Y qué más diré? porque me faltará el tiempo para hablar de Gedeón, de Barac, de Samsón, y de Jefté, de David también, y de Samuel, y de los profetas;