Y Jesús respondiendo, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿hasta cuándo os tengo de sufrir? ¡Traédmele acá!
Por tanto le dijeron los otros discípulos: ¡Hemos visto al Señor! Mas él les dijo: ¡Si yo no viere en sus manos la señal de los clavos, y si no metiere mi dedo en la señal de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré!