Haciendo entonces un azote de cuerdas, los echó a todos del Templo, con las ovejas y los bueyes; y arrojó al suelo el dinero de los cambistas, y trastornó sus mesas.
Y respondiendo, me dijo así: Ésta es la palabra que dice Jehová a Zorobabel: ¡No por esfuerzo, ni con poder, sino por mi Espíritu! dice Jehová de los Ejércitos.
¶Y entró Jesús en el Templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo; y trastornó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;