mas cuando vinieron a Jesús, y vieron que estaba ya muerto, no le quebraron las piernas:
Luego puso en orden la leña, y cortando en trozos el novillo, le puso encima de la leña. Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña.
Guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrado.
En una misma casa se ha de comer: no sacaréis de esta carne fuera de la casa, ni quebraréis hueso suyo:
Y ellos se reían de él, sabiendo que estaba muerta.
Vinieron, entonces, los soldados y quebraron las piernas del primero, y del otro que estaba crucificado con él:
mas uno de los soldados traspasó su costado con una lanza, y en el acto salió sangre y agua.