Y era Caifás aquel que había dado consejo a los judíos, que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo.
¶Entonces los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo se juntaron en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás;
Y no siendo cómodo el puerto para invernar, los más aconsejaron hacerse a la vela desde allí, por si acaso pudiesen llegar a Fénix, puerto de Creta, que mira al sudeste y al nordeste, e invernar allí.
¶Y habiéndose gastado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber ya pasado el Ayuno, Pablo les amonestó,