Ya no os llamo siervos; porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos; porque todo cuanto he oído de parte de mi Padre, os lo he dado a conocer.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como no puede el sarmiento llevar fruto de sí mismo, si no permaneciere en la vid, así tampoco vosotros, si no permaneciereis en mí.
yo en ellos, y tú en mí, para que ellos sean hechos perfectos en la unidad; para que conozca el mundo que tú me enviaste, y que los has amado a ellos, así como me has amado a mí.
porque las palabras que tú me diste, se las he dado yo a ellos; y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que de contigo salí yo, y han creído que tú me enviaste.
Mas de él procede el que seáis vosotros en Cristo Jesús; el cual por parte de Dios nos ha sido hecho sabiduría, y justicia, y santificación, y redención;
¶Porque de la manera que el cuerpo es uno mismo, mas tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un mismo cuerpo, así también es Cristo.
He sido 'crucificado' con Cristo; sin embargo vivo; mas no ya yo, sino que Cristo vive en mí: y aquella vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó, y se dió a sí mismo por mí.
a quienes Dios ha deseado dar a conocer cuál sea la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, el cual es CRISTO EN VOSOTROS, LA ESPERANZA DE LA GLORIA:
donde no puede haber tales distinciones como griego y judío, circuncisión e incircuncisión, bárbaro, escita, esclavo, o libre; sino que Cristo es todo y en todos.