Y vosotros no le conocéis: yo empero le conozco; y si dijere: No le conozco, sería un mentiroso, como vosotros: pero yo le conozco, y guardo su palabra.
POR lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que según recibisteis instrucciones de nosotros, de qué manera debíais andar y agradar a Dios, así abundéis en ello más y más.
Pues que mejor les fuera no haber conocido el camino de justicia, que después de haberlo conocido, volver atrás, apartándose del santo mandamiento que se les había dado.