Cuando él da tranquilidad, ¿quién puede entonces perturbar? y cuando esconde su rostro, ¿quién le podrá ver? Así sucede igualmente con una nación, o con un individuo,
He aquí que Dios es mi salvación; confiaré y no tendré temor; porque mi fortaleza y mi canción es Yah Jehová; el cual también se ha hecho mi salvación.
¡no temas, porque contigo estoy yo! ¡no desmayes, porque yo soy tu Dios! ¡te fortaleceré, sí, te ayudaré, sí, te sustentaré con la diestra de mi justicia!
Porque con gozo saldréis, y con paz seréis conducidos; ¡las montañas y los collados delante de vosotros prorrumpirán en canciones, y todos los árboles del campo darán palmadas!
Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos es dado: y el dominio estará sobre su hombro; y se le darán por nombres suyos: Maravilloso, Consejero, Poderoso Dios, Padre del siglo eterno, Príncipe de Paz.
Tú pues, oh hijo del hombre, no temas de ellos, ni de sus palabras has de temer; aunque ellos sean zarzas y espinos para contigo, y aunque tú habites en medio de escorpiones. No temas a causa de sus palabras, y de sus rostros no te acobardes; porque casa rebelde son.
Sí, edificará el Templo de Jehová, y llevará sobre sí la gloria; y se sentará y reinará sobre su trono, siendo Sacerdote sobre su trono; y el consejo de la paz estará entre los dos.
¶Entonces cuando fué la tarde, de aquel mismo día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde se hallaban juntos los discípulos, por temor de los judíos, vino Jesús, y se estuvo de pie en medio de ellos, y les dice: Paz a vosotros.
¶Y después de ocho días sus discípulos estaban otra vez dentro, y Tomás con ellos. Viene Jesús, estando cerradas las puertas, y se estuvo en medio de ellos, y dijo: Paz a vosotros.
Pues si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo, mucho más, siendo reconciliados, seremos salvados por su vida:
y que por medio de él reconciliase consigo mismo todas las cosas, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz; por medio de él, digo, ora sean cosas sobre la tierra, ora cosas en el cielo.
¶Y el Dios de paz, el cual, en virtud de la sangre del pacto eterno, volvió a traer de entre los muertos al gran pastor de las ovejas, es decir, a nuestro Señor Jesús,
(a quien también Abraham dividió la décima parte de todos los despojos, siendo por interpretación, primero, rey de justicia, y luego también, rey de Salem, que es, rey de paz;
¶Juan a las siete iglesias que están en la provincia de Asia: Gracia a vosotros y paz de aquel que es, y era, y que ha de venir; y de los siete Espíritus que están delante de su trono;
No temas las cosas que vas a sufrir. He aquí, el diablo va a echar a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados; y tendréis una tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Mas en cuanto a los cobardes, y los incrédulos, y los abominables, y los homicidas, y los fornicarios, y los hechiceros, y los idólatras, y todos los mentirosos, su parte será en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda.