MAS ahora, dice Jehová que te creó, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas; porque yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío.
Asiria no nos ha de salvar; ya no montaremos en caballos; no diremos más a las hechuras de nuestras mismas manos: dioses nuestros sois: porque en ti halla misericordia el huérfano.
¡Conozcámos le pues! ¡sigamos adelante para conocer a Jehová! Su salida está aparejada como el alba; y él vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía que riega la tierra.