¶Viendo, pues, Pilato que nada adelantaba, sino se iba haciendo un tumulto, tomó agua, y lavóse las manos en presencia del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; veréislo vosotros.
Jesús le dice: El que está lavado no tiene necesidad de lavarse más que los pies; sino que está del todo limpio: y vosotros estáis limpios, mas no todos.
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo los corazones rociados, para limpiarnos de una mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
la cual era tipo del bautismo que ahora nos salva a nosotros también (no el quitársenos la inmundicia de la carne, sino el obtener respuesta de una buena conciencia para con Dios), por medio de la resurrección de Jesucristo: