¶¡Bendito sea Jehová, el Dios de nuestros padres, que ha puesto tal pensamiento en el corazón del rey, para hacer honra a la Casa de Jehová que está en Jerusalem;
Entonces me levanté de noche, yo y unos pocos hombres que había conmigo; y no había dicho a ninguno lo que mi Dios había puesto en mi corazón hacer por Jerusalem; ni había conmigo bestia alguna sino la bestia en que yo iba montado.
en medio de los cuales también nosotros todos en un tiempo vivíamos, en las concupiscencias de nuestra carne, cumpliendo los deseos de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, así como los demás.
Porque Dios ha puesto en sus corazones hacer lo que él se ha propuesto, y que se pongan de acuerdo, y den su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.