Abrí a mi amado: ¡pero mi amado ya se había retirado, había seguido adelante! ¡Yo había perdido el juicio, cuando él me habló! Busquéle, mas no le hallé; llaméle, mas no me respondió.
Jesús entonces les dijo: Aun un poco de tiempo la luz está entre vosotros: andad mientras tenéis la luz, para que no os sobrevengan las tinieblas: pues el que anda en tinieblas, no sabe a donde va.
Hijitos, todavía un poco de tiempo estoy con vosotros. Me buscaréis; y según dije a los judíos: A donde yo voy, vosotros no podéis venir, así ahora lo digo a vosotros.
Porque nunca dejará de haber menesterosos en la tierra; por lo mismo yo te mando, diciendo: Irremisiblemente has de abrir la mano a tu hermano, es decir, a tu pobre y a tu menesteroso en tu tierra.