¡Despreciado y desechado de los hombres; varón de dolores y que sabe de padecimientos! y como uno de quien se aparta la vista, despreciado fué, y no hicimos aprecio de él.
¶En aquel tiempo, Jesús respondiendo, dijo: ¡Gracias te doy, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños!
Entonces viene a los discípulos, y les dice: Dormid lo que resta del tiempo, y descansad. He aquí, la hora está cerca, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.
Mientras todos los días yo estaba con vosotros en el Templo, no extendisteis las manos contra mí: ésta empero es la hora vuestra, y la potestad de las tinieblas.
Pilato entonces le dijo: ¿Eres, pues, rey? Respondió Jesús: Tú dices que soy rey. Yo para esto nací, y a este intento vine al mundo,para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad oye mi voz.
Así que, por cuanto los hijos participan en común de carne y sangre, él también de la misma manera tomó parte en ellas, para que, por medio de la muerte, destruyese a aquel que tiene el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
El cual Jesús, en los días de su carne, ofreció oraciones y también súplicas, con vehemente clamor y lágrimas, a aquel que era poderoso para librarle de la muerte; y fué oído y librado de su temor.