Buscaron, pues, a Jesús, y decían entre sí, estando en el Templo: ¿Qué os parece? ¿que no vendrá a la fiesta?
Y los jefes de los sacerdotes y los fariseos habían dado orden, que si alguno supiese en dónde estaba, lo manifestase, para que le prendiesen.
Los judíos por tanto le buscaron en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél?