Entonces los judíos que estaban con ella en la casa, y la consolaban, viendo que María se levantó prestamente y salió, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro, para llorar allí.
Sin embargo aun de los hombres principales muchos creyeron en él; mas a causa de los fariseos no lo confesaban; para que no fuesen echados de la sinagoga: