Pero él les dice: ¡No os asustéis! buscáis a Jesús, el Nazareno, el cual fué crucificado: ha resucitado; no está aquí; mirad el lugar donde le pusieron.
Por tanto, Jesús, cuando la vió a ella sollozando, y sollozando también a los judíos que habían venido con ella, fué profundamente conmovido en su espíritu, y se turbó;
Entonces corre, y viene a Simón Pedro, y al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dice: ¡Han quitado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto!