¡Dad gloria a Jehová vuestro Dios, antes que él cause tinieblas, y antes que tropiecen vuestros pies en las montañas tenebrosas; y mientras esperáis la luz, él la torne en sombra de muerte, y la convierta en densas tinieblas!
Pero Jehová está conmigo como un guerrero formidable; por tanto los que me persiguen tropezarán, y nada podrán; muy avergonzados serán, porque no saldrán con su empresa: les será una afrenta eterna que nunca será olvidada.