Ninguna arma forjada contra ti tendrá éxito; y a toda lengua que en juicio se levantare contra ti, condenarás. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su justicia es de mí, dice Jehová.
¡Inclinad vuestro oído, y venid a mí! ¡escuchad, y vivirá vuestra alma! y yo haré con vosotros un pacto eterno, las misericordias segurísimas prometidas a David.
y no enseñarán más cada cual a su compañero y cada cual a su hermano, diciendo: ¡Conoce a Jehová! porque todos ellos me conocerán, desde el menor de ellos hasta el mayor de ellos, dice Jehová; porque yo perdonaré su iniquidad, y no me acordaré más de sus pecados.
y haré con ellos un pacto eterno, que no me apartaré de ellos, dejando de hacerles bien, sino que pondré mi temor en su corazón, para que no se aparten de mí.
mas el que bebiere del agua que yo le daré, nunca jamás tendrá sed; sino que el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua, que brote para vida eterna.
En verdad, en verdad os digo, que quien oye mi palabra, y cree a aquel que me envió, tiene vida eterna, y no entra en condenación, sino que ha pasado ya de muerte a vida.
Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que dura para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste le selló el Padre, Dios.
Porque si por la transgresión del uno, la muerte reinó por medio del uno, mucho más, los que han recibido la abundancia de la gracia y del don de la justicia, reinarán en vida por medio del otro, Jesucristo.
por medio de quien también tenemos la entrada, por la fe, en esta gracia, en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en esperanza de la gloria de Dios.
para que, de la manera que reinó el pecado en muerte, así también reinase la gracia, por medio de justicia, a vida eterna, por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Porque a los que conoció en su presciencia, los predestinó también para ser conformados a la imagen de su Hijo; para que él fuese el primogénito entre muchos hermanos.
¶Pero estamos en la obligación de dar gracias a Dios, respecto de vosotros, hermanos, amados del Señor, por haberos escogido Dios, desde el principio, para salvación, en santificación del Espíritu y en creencia de la verdad;
Sin embargo, para esto fuí recibido a misericordia, para que en mí, el primero, Jesucristo mostrase toda su extremada paciencia, como ejemplo para los que después hubiesen de creer en él para vida eterna.
Por causa de lo cual también padezco estas cosas; sin embargo, no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy seguro que él es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día.
(pues que la Vida fué manifestada, y nosotros la hemos visto, y damos testimonio, y os anunciamos la Vida, aquella Vida eterna, que estaba con el Padre, y fué manifestada a nosotros;)
De entre nosotros salieron, mas no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, hubieran permanecido con nosotros; empero salieron, para poner de manifiesto que no todos son de nosotros.