Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y habiendo cerrado tu puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará.
y los secretos de su corazón son hechos manifiestos: y así, cayendo sobre su rostro, adorará a Dios, declarando que Dios en verdad está en medio de vosotros.
Así pues no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor; el cual sacará a luz las obras encubiertas de las tinieblas, y pondrá de manifiesto los propósitos de los corazones; y entonces cada cual tendrá su alabanza de Dios, y no del hombre.