Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Y dijo: No soy. ¿Eres tú el Profeta? Y respondió: No.
He aquí que os voy a enviar a Elías profeta, antes que venga el día grande y tremendo de Jehová.
Y si queréis recibirlo, éste es Elías, el que había de venir.
Y ellos dijeron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que Jeremías, o alguno de los profetas.
Y las multitudes decían: ¡Éste es Jesús, el profeta de Nazaret, de Galilea!
E irá delante de su faz, en el espíritu y poder de Elías, para hacer volver el corazón de los padres hacia los hijos, de los desobedientes también a la cordura de los justos; aparejando así un pueblo preparado para el Señor.
Le dicen pues: ¿Quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
Y le preguntaron, diciéndole ¿Por qué, pues, bautizas, si no eres el Cristo, ni Elías, ni el Profeta?
¶Por tanto aquellos hombres, cuando vieron el milagro que Jesús había hecho, decían: Este es verdaderamente el Profeta que había de venir al mundo.
Muchos del pueblo, pues, al oír estas palabras, decían: Este verdaderamente es el Profeta.