Y Absalom dió orden a sus mozos, diciendo: Ruégoos advirtáis cuando el corazón de Amnón esté alegre con el vino; y al deciros yo: ¡Herid a Amnón! entonces matadle; no temáis; ¿no soy yo quién os lo ha mandado? ¡Tened fortaleza y sed hombres valientes!
Y quemaron a fuego la ciudad con cuanto en ella había; sólo que la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, los pusieron en el tesoro de la Casa de Jehová.
Así pues fué dispuesto el pueblo; es decir, todo el ejército que estaba al norte de la ciudad, y la emboscada que estaba al occidente de la ciudad. Mas avanzó Josué durante la noche hasta la mitad del valle.
Y harás con Hai y con su rey, según hiciste a Jericó y a su rey; solamente que sus despojos y sus bestias los apresaréis para vosotros. Pon una emboscada contra la ciudad, detrás de ella.
en tanto que los otros salieron de la ciudad al encuentro de éstos; de manera que con respecto a Israel, los de Hai estaban de por medio, teniendo a los unos de un lado y a los otros del otro; los cuales los hirieron hasta no quedarles quien huyese ni quien escapase.
De esta suerte Josué los despachó, y fueron al lugar de la emboscada y se apostaron entre Bet-el y Hai, al occidente de Hai; mas Josué se quedó aquella noche en medio de la gente.
Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, desde Cades-neftalí, y le dijo: ¿No ha mandado Jehová, el Dios de Israel, diciendo: Anda y avanza hacia el monte Tabor, tomando contigo diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón?