¶Entonces Josué rasgó sus vestidos, y cayó postrado en tierra sobre su rostro delante del Arca de Jehová hasta la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.
Y plañeron y lloraron, y ayunaron hasta la tarde, por Saúl, y por Jonatán su hijo, y por el pueblo de Jehová, y por la casa de Israel; porque habían caído a cuchillo.
al día tercero acaeció que, he aquí, un hombre vino del campamento de los de Saúl, rasgados sus vestidos y con tierra sobre su cabeza. Y fué así que al llegarse a David, postróse en tierra e hizo reverencia.
Entonces Tamar puso ceniza sobre su cabeza, y rasgó la ropa talar de diversos colores que traía sobre sí, y puesta la mano sobre su cabeza, se fué, andando y gritando.
Y MIENTRAS oraba Esdras y hacía oración, llorando, y postrándose a tierra delante de la Casa de Dios, se juntó en derredor de él una grandísima asamblea de Israel, hombres, y mujeres, y niños; porque el pueblo lloraba con lloro grande.
Y CUANDO supo Mardoqueo lo que había sido hecho, rasgó Mardoqueo sus vestidos, y vistióse de saco y de ceniza; y salió por medio de la ciudad, clamando con grande y amargo clamor.
Y en cada una de las provincias, dondequiera que llegaba la orden del rey y su decreto, hubo entre los Judíos lamentación grande, y ayuno, y lloro, y plañido; y muchos se acostaron en saco y ceniza.
Mas cuando levantaron los ojos desde lejos, no le conocieron; con lo cual alzaron su voz y lloraron; y rasgando cada uno su manto, esparcieron polvo sobre sus cabezas, hacia el cielo;
YOD.- Se sientan en tierra y guardan silencio los ancianos de la hija de Sión; echan polvo sobre sus cabezas; se ciñen de saco: las vírgenes de Jerusalem tienen abatidas las cabezas hasta la tierra.
Mas ellos cayeron sobre sus rostros, y dijeron: Oh Dios, el Dios de los espíritus de toda carne, ¿ha de ser que pecando un solo hombre, tú estalles en ira contra toda la Congregación?
Y dijo Josué: ¡Ay, Señor, Jehová! ¿por qué has hecho que pase este pueblo el Jordán, para entregarnos en mano de los Amorreos, para destruirnos? y ¡ojalá hubiéramos sido contentos en quedarnos de la otra parte del Jordán!
Y arrojaban polvo sobre sus cabezas, y daban alaridos, llorando y lamentándose, diciendo: ¡Ay, ay de aquella gran ciudad, en la cual se enriquecieron todos los que tenían naves en el mar, a causa de sus preciosidades; porque en una sola hora ha sido desolada!
Y fué así que como él la viese, rasgó sus vestidos, y le dijo: ¡Ay de mí, hija mía! me has abatido por completo; y tú has venido a ser del número de los que me tienen turbado; porque he abierto mi boca a Jehová, y no podré volver atrás.
Porque habían subido los hijos de Israel, y llorado delante de Jehová hasta la tarde; y consultaron a Jehová, diciendo: ¿Debo volver a acercarme en batalla contra los hijos de Benjamín mi hermano? Y respondió Jehová: Subid contra él.
¶Entonces subieron todos los hijos de Israel, es decir toda la gente de guerra, y vinieron a Bet-el, y lloraron, y se sentaron allí delante de Jehová; y ayunaron en aquel día hasta la tarde; y ofrecieron holocaustos, y ofrendas pacíficas delante de Jehová.