Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? ¡Jehová te turbará a ti en este día! Y todo Israel le mató a pedradas; y a él y a los suyos los quemaron a fuego después de apedreados.
Dijo entonces Jacob a Simeón y Leví: Me habéis turbado, haciéndome odioso para con los moradores de este tierra, para con los Cananeos y los Perezeos; y teniendo yo poca gente, se juntarán contra mí y me herirán; y seré destruído, yo y mi casa.
Mas sucedió que como a los tres meses fué dado aviso a Judá, diciendo: Tu nuera Tamar ha estado fornicando, y he aquí también que está preñada de sus fornicaciones. Y dijo Judá: ¡Sacadla, para que sea quemada!
Asimismo si un hombre tomare una mujer y la madre de ella, es maldad execrable; a fuego se quemará tanto a él como a ellas; para que no haya tan execrable maldad en medio de vosotros.
Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquiera persona de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en medio de Israel, que diere de su simiente a Moloc, será muerto irremisiblemente; el pueblo de la tierra le matará a pedradas;
entonces sacarás a tus puertas al tal hombre o a la tal mujer que hubiere hecho esta cosa mala, sí, al tal hombre o mujer los sacarás, y los apedrearás para que mueran.
mirando solícitamente que ninguno quede privado de la gracia de Dios; que no brote ninguna raíz de amargura, y os perturbe; y por medio de ella muchos sean contaminados;
Empero guardaos escrupulosamente del anatema, no sea que os hagáis a vosotros mismos anatema, apropiándoos cosa alguna del anatema; pues así haréis anatema al campamento de Israel, y lo perturbaréis.
Y será que aquel que fuere tomado con el anatema será quemado a fuego, él con todo lo suyo; por cuanto ha traspasado el pacto de Jehová, y porque ha cometido villanía en Israel.