Entonces dijo Josué a Acán: Hijo mío, ruégote des gloria a Jehová el Dios de Israel, y haz confesión a él; y manifiéstame, te lo ruego, qué has hecho: no lo encubras de mí.
De nuevo le dijo: ¿Qué han visto en tu casa? A lo que dijo Ezequías: Todo cuanto hay en mi casa lo han visto; no hay cosa entre mis tesoros que no les haya mostrado.
Y Ezequías habló cariñosamente a todos los levitas que tenían buena inteligencia en las cosas de Jehová. Comieron pues de las ofrendas de la fiesta durante los siete días, sacrificando sacrificios de ofrendas pacíficas, y haciendo acciones de gracias a Jehová, el Dios de sus padres.
Te hice manifiesto mi pecado, y no encubrí mi iniquidad; dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la iniquidad de mi pecado. (Pausa.)
¡Dad gloria a Jehová vuestro Dios, antes que él cause tinieblas, y antes que tropiecen vuestros pies en las montañas tenebrosas; y mientras esperáis la luz, él la torne en sombra de muerte, y la convierta en densas tinieblas!
Oré pues a Jehová mi Dios, e hice confesión, diciendo: ¶¡Ah! Yo te ruego, ¡oh Señor, Dios grande y temible, guardador del.pacto y de la misericordia prometida, para con los que te aman y guardan tus mandamientos!
Y ardieron los hombres con grande calor, y blasfemaron el nombre de Dios, el cual tiene el poder sobre estas plagas; y no se arrepintieron para darle gloria.
Entonces dijo Saúl a Jonatán: Manifiéstame lo que has hecho. Y se lo manifestó Jonatán, diciendo: Apenas gusté con la punta de la vara que había en mi mano, un poco de miel: ¡y he aquí, yo he de morir!
Por tanto haréis figuras de vuestros tumores y figuras de los ratones, que han asolado vuestra tierra; así daréis gloria al Dios de Israel; quizás aliviará su mano de sobre vosotros, y de sobre vuestros dioses, y de sobre vuestra tierra.