Ahora pues temed a Jehová, y servidle a él con sinceridad y en verdad; y desechad a los dioses que sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto, y servid a Jehová.
Entonces dijo Jacob a su familia, y a todos los que con él estaban: Apartad los dioses extraños que están en medio de vosotros, y purificaos, y mudad vuestros vestidos;
¡Oh, Jehová! ¡acuérdate, te lo suplico, de cómo he andado delante de tu rostro fielmente, y con corazón sincero, y he hecho lo que es bueno ante tu vista! Y lloró Ezequías con llanto grande.
que prescribiste por medio de tus siervos los profetas, diciendo: La tierra adonde vais a entrar a fin de poseerla, es una tierra impura, a causa de la impureza de los pueblos de las tierras, y a causa de las abominaciones de que la han henchido de cabo a cabo, con sus inmundicias:
¶Entonces dije a sus hijos en el desierto: No andéis vosotros en los estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus preceptos, ni os contaminéis con sus ídolos:
Después de esto volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios y a David su rey; y acudirán temblorosos a Jehová y a su benevolencia en los postreros días.
a fin de que ellos no ofrezcan más sus sacrificios a los demonios tras los cuales siguen idolatrando. Estatuto perpetuo les será esto durante sus generaciones.
Él te ha dicho, oh hombre, lo que es bueno; ¿y qué es lo que Jehová pide de ti, sino hacer justicia, y amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios?
¶Así pues la iglesia tuvo paz por toda la Judea y la Galilea y la Samaria, y fué edificada; y andando en el temor del Señor, y en el consuelo del Espíritu Santo, se iba aumentando.
¶Porque nuestro regocijo es esto: El testimonio de nuestra conciencia, que con santidad, y con sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mayormente para con vosotros.
¶Y ahora, oh Israel, ¿qué es lo que Jehová tu Dios pide de ti, sino solamente que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que le ames, y que sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;
Entonces dijo Josué a todo el pueblo: Así dice Jehová, el Dios de Israel: En los tiempos antiguos, vuestros padres habitaban al otro lado del río Eufrates, es a saber, Taré, padre de Abraham y padre de Nacor; y servían a otros dioses.
Si vosotros temiereis a Jehová, y le sirviereis, y escuchareis su voz, y no os rebelareis contra el mandamiento de Jehová, y permaneciereis, así vosotros como el rey que reina sobre vosotros, siguiendo en pos de Jehová vuestro Dios, bien:
Habló entonces Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón vais a volver a Jehová, quitad los dioses extraños de en medio de vosotros, con las Astartes, y fijad vuestro corazón en Jehová, y servidle a él sólo; así él os librará de mano de los Filisteos.