Ninguna arma forjada contra ti tendrá éxito; y a toda lengua que en juicio se levantare contra ti, condenarás. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su justicia es de mí, dice Jehová.
¡Pueblo mío, acuérdate de lo que consultó hacer Balac rey de Moab, y de lo que le respondió Balaam hijo de Beor; de lo que aconteció desde Sitim hasta Gilgal: para que conozcáis las misericordías de Jehová!
Pero el Ángel de Jehová dijo a Balaam: Vé con los hombres; sin embargo no has de hablar otra cosa sino lo que yo te dijere. Fué pues Balaam con los príncipes de Balac.
Luego pasasteis el Jordán, y llegasteis a Jericó: y pelearon contra vosotros los vecinos de Jericó; los Amorreos también, y los Perezeos, y los Cananeos, y los Heteos, y los Gergeseos, los Heveos y los Jebuseos; mas yo los entregué en vuestra mano.