El Dios de dioses, Jehová, el Dios de dioses, Jehová, él sabe, e Israel, él también sabrá: si ha sido con rebelión, o si con traición contra Jehová (no nos perdonéis hoy),
oye tú en el cielo, asiento permanente de tu morada, y perdona, y haz lo que convenga, y retorna a cada cual conforme a todos sus caminos, (cuyo corazón tú lo conoces; porque tú, tú solo conoces el corazón de todos los hijos de los hombres);
Ahora acabo de conocer que Jehová es más grande que todos los dioses: pues en aquello mismo en que los adversarios se mostraron altivos, él fué más alto que ellos.
Pero tú, oh Jehová, me has conocido a mí; tú me has visto, y has probado cómo es mi corazón para contigo: ¡arrebátalos a ellos, como ovejas destinadas para el matadero, prepáralos para el día de la matanza!
Yo Jehová; yo escudriño el corazón y pruebo los íntimos pensamientos; y esto para dar a cada cual conforme a sus caminos, y según el fruto de sus hechos.
¶Aquel rey pues hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios: y contra el Dios de los dioses hablará cosas espantosas; y saldrá con lo suyo, hasta que se concluya la indignación; porque lo decretado ha de ser hecho.
También el rey respondió a Daniel, y dijo: ¡Es verdad que vuestro Dios es Dios de los dioses, y Señor de los señores, y revelador de secretos; visto que tú has podido revelar este secreto!
Llevaré la indignación de Jehová (porque he pecado contra él), hasta que defienda mi causa y mantenga mi derecho; él me sacará a la luz, y yo veré su justicia.
Entonces vosotros volveréis, y echaréis de ver la diferencia que hay entre el justo y el injusto; entre aquel que sirve a Dios, y aquel que no le sirve.
Le dice por tercera vez: ¿Simón, hijo de Jonás, me quieres? Contristóse Pedro de que le hubiera dicho la tercera vez: ¿Me quieres? y le dijo: ¡Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que yo te quiero! Dícele Jesús: Apacienta mis ovejas.
Si pues soy malhechor, o he cometido algo digno de muerte, no rehuso morir; pero si nada hay de aquellas cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos por favor. ¡Apelo a César!
¶Conociendo pues el temor que al Señor se le debe, persuadimos a los hombres; pero hemos sido manifestados a Dios, y espero que hemos sido manifestados también a vuestras conciencias.
porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores; Dios grande, y poderoso, y terrible, que no hace acepción de personas ni toma regalos;
el cual solo tiene inmortalidad, habitando en una luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto jamás, ni le puede ver: a quien sea honra y poder eterno. Amén.
Y no hay criatura alguna que no esté manifiesta delante de la presencia de él; sino antes, todas las cosas están desnudas y patentes a los ojos de aquel con quien tenemos que ver.
Y mataré a sus hijos de peste; y conocerán todas las iglesias que yo soy Aquel que escudriña los íntimos pensamientos y los corazones; y daré a cada uno de vosotros conforme a vuestras obras.
Porque la rebeldía es como el pecado de sortilegio, y la obstinación, como la idolatría y el culto de imágenes. ¡Por cuanto tú has desechado la palabra de Jehová, él también te ha desechado a ti, para que no seas rey!
No habléis tanto ni tan orgullosamente; no salga la impudencia de vuestra boca: que Jehová es Dios de conocimientos, y por él son pesadas las acciones,