A lo que dijo ella: Ruégote se acuerde el rey de Jehová su Dios, para estorbar que haga más estrago el vengador de la sangre; no sea que se destruya a mi hijo. Dijo entonces el rey: ¡Vive Jehová, que ni un cabello de tu hijo caerá a tierra!
Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno pecare por ignorancia contra cualquiera de los mandamientos de Jehová relativos a cosas que no deben hacerse, haciendo cualquiera de aquellas cosas;
Tendréis pues ciudades de refugio contra el vengador de la sangre, para que no muera el homicida antes que se presente delante de la Congregación para ser juzgado.
para que a causa de dos cosas inmutables, en las que es imposible que Dios mintiese, tengamos un poderoso consuelo los que hemos huído para refugiarnos en él echando mano de la esperanza puesta delante de nosotros;
El tal pues huirá a cualquiera de estas ciudades, y se presentará a la entrada de la puerta de la ciudad, y declarará en oídos de los ancianos de aquella ciudad su causa; y ellos le acogerán a sí dentro de la ciudad, y le darán lugar para que habite en medio de ellos.